Los veranos de la jet set, inspiración vintage para tu Instagram

• Fotos de famosos en la piscina, un gran chapuzón vintage
• Las mejores fotos de famosos entrenando y sudando con estilo
• 20 adorables fotos de famosos posando junto a sus gatos
• Fotos de famosos con 40 años: el estilo de los iconos, en fotos

Es pensar en los veranos de la beautiful people en Marbella, en los de la jet set jugando a interminables partidos de polo en Sotogrande (Cádiz) o las tropelías de los niños bien americanos en Capri —muy del estilo de El talento de Mr. Ripley— y nos hacen los ojos chiribitas, la boca agua y todo ese compendio de símiles absurdos fruto de la envidia. Sana, se entiende. En todas estas referencias visuales no cabía más glamour por metro cuadrado tumbado a la bartola. Eran otros tiempos, entre las décadas de los 50 y los 80, que tan bien supo captar Slim Aarons. El fotógrafo estadounidense recorrió medio mundo para fotografiar las vacaciones de algunas de las familias más ilustres de aquella época. Se coló en piscinas de exclusivos hoteles, en mansiones de lujo repartidas por los rincones más paradisíacos del globo y retrató las jornadas de asueto de la clase rica del momento. Nunca pudo desprenderse de aquella fama de refinado voyeur para el que posaron algunos de los nombre propios con más apellidos compuestos de antaño.

Retratos de los personajes de la época en bañador, robados fotográficos en exclusivas fiestas al atardecer en villas de ensueño o grandes fotos a vista de pájaro que eran un reflejo de aquellos otros veranos coloridos, pintorescos y chic fueron algunos de los grandes momentos que le ha legado a la sibarita generación digital contemporánea. Localizaciones como Acapulco, Bahamas o Amalfi, entre otras, son sinónimo de instantáneas de vivos azules, nítidos blancos y chispeantes amarillos. Así eran los trabajos de este genial fotógrafo: el hombre que supo poner en valor el lujo, el glamour y las tendencias en moda baño de aquellas décadas. Un ejercicio sublime que nos pone el cuerpo a punto y nos despierta las ganas de unas vacaciones interminables ahora que ya hemos superado con creces el 40 de mayo... y más de una ola de calor con 40 grados de temperatura. Por eso, aquí tienes hasta 40 razones para pensar que se puede vivir practicando eso de il dolce far niente todos los días del año. Pura inspiración para tu cuenta de Instagram.

Vista aérea de la piscina del hotel St. Caterina.

Imagen de la piscina del Hotel du Cap Eden-Roc.

Imagen de la piscina y el solarium del hotel Punta Tragara.

Imagen de unos veraneantes en una recóndita cala en Porto Ercole.

Soñamos con unas vacaciones en la provincia de Cádiz tan sofisticadas como las que vivieron los dueños de la Villa El Cuartón, a escasos kilómetros de Tarifa. Un verano a lo dolce far niente.

Imagen aérea de una villa situada en la urbanización Las Brisas.

Algunos clientes en la piscina de La Concha Beach Club .

Puestos a izar la bandera del verano, hagámoslo con el mismo glamour que el actor Hugh O'Brian.

Nos imaginamos un agosto mediterráneo nivel disfrutar de unos días de relax en una villa como en esta en la que posó Alfonso Zobel de Ayala.

Los clientes de club de playa con piscina y vistas al océano Atlántico.

No sabemos si es el bikini de lunares o esa fantástica silla Emmanuelle de la mujer que mira a cámara o si es el traje de buzo vintage del hombre que la observa pero todo lo que desprende este retrato nos sabe a destino paradisíaco.

Rita Aarons, mujer del fotógrafo, disfruta de un baño en su piscina durante la Navidad de 1954.

Siesta, hamacas y lectura en el porche de Villa Carrpeplos.

Vista aérea de los bañistas de la playa de La Scogliera.

Algunos de los invitados a la piscina de Nelda Links. Una mansión diseñada por los arquitectos Richard Neutra y Edgar J. Kaufmann.

Los baños de agua y sol de Ingrid Morath en una mansión mexicana con vistas al mar.

Algunos clientes disfrutan de la piscina de The Presidente Beach Club.

Algunos clientes del hotel Il Pelicano, en Porto Ercole, disfrutan de un baño en su cala privada.

Puestos a imaginarnos un verano al borde de una infinity pool, queremos que sea en una similar como la que disfrutaba Laura Hawk, asistente fotográfica de Aarons, en el exclusivo municipio de la Costa del Sol.

Algunos clientes del hotel Camino Real disfruta de su terraza y su piscina.

Unos bañistas disfrutan de un chapuzón en una piscina de Nassau, en la isla de Nueva Providencia.

Una piscina con vistas al océano.

Lillian Hanson charla con Robert van Blerk y Piter M. Kriesemer mientras disfrutan de un baño en una piscina del Burgenstock Resort.

Algunos de los bañistas de la la cala Conca dei Marini.

Algunas de las invitadas de Oscar Obregon disfrutan de unos baños de sol en Villa Nirvana, en la urbanización Las Brisas.

Imagen aérea del verano Traveller II anclado en una de las playas de la isla de Stocking, frente al puerto de Georgetown.

Es difícil coger olas con tanto estilo como se hacía hace más 50 años al atardecer en la playa de Laguna.

El locutor y guionista de la CBS, Stan Freberg, ya se anticipó a eso del teletrabajo en pleno verano.

Algunas bañistas disfrutan de la piscina de la casa Canellopoulos.

Un verano de lujo en uno de los solariums con vistas a la cala privada del hotel Il Pelicano en Porto Ercole.

Si alguna vez te has preguntado cómo debe ser eso de veranear en esta isla británica del Atlántico Norte, imaginamos que debe de ser algo así: muy de cóctel en el bordillo de la piscina como Jill Council.

Antaño, Playa Caleta debió de ser lo más parecido al paraíso. Un lugar para románticos empedernidos.

La estudiante Jan Woods disfruta de un rato de lectura junto a la piscina del hotel Abaco Inn en el Cayo Elbow.

Algunos invitados disfrutan de la playa privada de la Casa Las Estacas, una villa perteneciente a Milton y Gloria Gunzburg.

Imagen de la zona de la piscina de Eldorado, una villa propiedad de la familia Redo.

Algunos clientes disfrutan de la piscina y la terraza del Marbella Club.

El nudismo y la inmensidad en la piscina de la casa de Tom Darlington.

Una pareja disfruta de un baño en la piscina del hotel Cal Neva, en el Lago Tahoe, el límite entre los estados de Nevada y California.

Imagen de la piscina y el acceso a la playa privada del Hotel Taormina.

Algunos veraneantes pasean por las playas de la isla de Harbour.

Algunos clientes del Hotel Il Pelicano, en Porto Ercole, disfrutan de las cristalinas aguas de la cala privada del establecimiento.

Bañistas en una pequeña playa de Bermudas.

La actriz australiana Mara Lane tomando el sol a orillas de la piscina del Sands Hotel.

Imagen de unos bañistas en la playa de La Scogliera.

Imagen de la piscina y el acceso a la playa privada del Hotel Taormina.