Las claves del movidito cumpleaños de la infanta Cristina
Al final todo se acaba sabiendo. O casi todo. La celebración del cumpleaños de la infanta Cristina en Ginebra sin su marido Urdangarin ha sido ha sido uno de los episodios más comentados de esta semana. Pero el misterio del movido cumpleaños de la hija menor del rey emérito está resuelto. Ahora sabemos cuál era el plan original de la infanta para celebrar su 56 aniversario, conocemos el porqué no estuvo Urdangarin con su mujer para apagar las velas y descubrimos quién fue la importante, y única, visita que recibió la infanta para festejar su natalicio. Pero, vamos por orden.
Vamos a descifrar el rompecabezas de lo que ha pasado para que el cumpleaños de la cuñada de la reina Letizia haya sufrido tantos repentinos cambios en su celebración. Al parecer, la idea original de la infanta Cristina habría sido pasar su cumpleaños en los Emiratos Árabes. Cristina quería visitar de nuevo a su padre el rey Juan Carlos y habría planeado sorprenderle con una visita en el fin de semana de su cumpleaños, según cuentan fuentes cercanas a la familia. La idea era viajar con su hermana Elena para pasar ambas, junto su padre, unos días en Abu Dabi. Pero, al final, la infanta Elena viajó sola para visitar al rey Juan Carlos en los Emiratos. La infanta Cristina cambió de planes. Resulta que Urdangarin logró un permiso para ir a Ginebra. Así, supimos por Vanitatis, que Urdangarin iba a utilizar su permiso penitenciario para ir a Ginebra y estar junto a su mujer para celebrar el día de su 56 cumpleaños. Esta festiva reunión de la infanta Cristina y Urdangarin en Ginebra, disipaba además ciertos crecientes rumores sobre una presunta crisis matrimonial. Fue entonces cuando nos contó la periodista Pilar Eyre que Urdangarin había sido visto en Barcelona saliendo de una clínica junto a uno de sus hijos. Urdangarin no había ido a ver a su mujer por su cumpleaños. Los rumores de un presunto distanciamiento en la pareja volvieron a ocupar la atención de la prensa. Sin embargo, ahora vemos que nada tenía que ver la ausencia de Urdangarin en Ginebra con problemas en el matrimonio. Ahora nos aclaran en Vanitatis que Urdangarin ciertamente tenía previsto ir a Ginebra, y que el viaje a Barcelona fue un cambio de idea repentino. Al parecer, el motivo de ese cambio de planes tenía que ver con la visita al hospital de Urdangarin en compañía de uno de sus hijos. No se sabe cuál de los vástagos de los Urdangarin fue el que estaba con su padre, y también se desconoce el motivo de la visita hospitalaria. Pero, según recoge la publicación citada, parece que no era un asunto grave, aunque Urdangarin prefirió estar junto a su hijo. De esta forma, la infanta Cristina, que se había quedado en Ginebra para esperar la visita de su marido, tendría que pasar sola su cumpleaños. Sin embargo, alguien que nunca le falla a la infanta Cristina, cambió sus planes para que la infanta no pasara sola su aniversario.
La reina Sofía estaba en Atenas, pero no dudó en cambiar sus planes de manera inmediata y subirse a un avión para presentarse en Ginebra y celebrar el cumpleaños de su hija menor. Nos lo adelantó la revista ¡Hola!. Así tenemos ya las claves de por qué la infanta Cristina pasó de una primera idea de soplar la velas con su padre el rey emérito y su hermana Elena, a pasar su aniversario junto a su marido Urdangarin, para finalmente comer la tarta de cumpleaños con su madre la reina Sofía. Un cumpleaños muy cambiante, sí. Pasa incluso en las familias sin palacios.