Si tomas ibuprofeno, no te expongas al sol
Ciertos medicamentos de uso común, en combinación con el sol, pueden provocar una reacción fotosensible y ser la causa de sarpullidos, ampollas o quemaduras
Muchas personas echan mano de los medicamentos sin consultar las posibles reacciones adversas que pueden generar. Y es que recurrir al botiquín ante cualquier dolor o molestia es casi un acto reflejo, pero los medicamentos hay que tomarlos en su justa medida.
Potencian la fotosensibilidad en la piel
La combinación de rayos ultravioletas con determinados principios activos farmacológicos genera un efecto dañino sobre la piel que, en ocasiones, puede llegar a ser grave. No se trata de medicamentos 'especiales', sino que muchos de ellos forman parte del botiquín casero, como antibióticos, antiinflamatorios, antihistamínicos, antihipertensivos y otros productos de uso común.
De hecho, se han descrito más de 300 medicamentos fotosensibilizantes que, según explica Boticaria García en El Mundo, “son aquellos que no se llevan bien con el sol pero, a diferencia de los fotosensibles, los grandes perjudicados no son ellos sino nosotros mismos. Estos medicamentos se caracterizan por ocasionar reacciones nocivas en nuestra piel en combinación con la radiación ultravioleta”
Es el caso del ibuprofeno, que sigue siendo uno de los fármacos más vendidos. Según explica Jennifer Stein, dermatóloga en el NYU Langone Medical Center en la ciudad de Nueva York: “En esta época del año, algunas personas que han estado tomando el medicamento durante todo el año y no han tenido problemas, de repente tienen una erupción porque ahora están saliendo al sol”.
Qué puede pasar
Existen dos tipos de reacciones de fotosensibilidad. La fototoxicidad es la más frecuente y se produce en casi el 95 por ciento de los casos. Es una condición en la que la piel se vuelve sensible a la luz solar después de tomar ciertos medicamentos (ya sea por vía oral o tópica).
Es similar a una quemadura solar, “incluso con vesículas y ampollas, aparece en las zonas expuestas a la radiación después de unos minutos u horas y desaparece entre dos y siete días tras la suspensión del fármaco causante, aunque a veces puede producirse una marcada pigmentación de la piel que puede durar meses", explican desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).
Los primeros indicadores de una reacción fototóxica pueden variar desde síntomas como dolor hasta hinchazón localizada. Es importante aplicar protección y retirarse del sol en cuanto se note algo raro. Además, las reacciones fototóxicas son más predecibles ya que se sabe qué medicamentos hacen que la piel reaccione más rápidamente a la luz solar.
Si la respuesta es fotoalérgica, la otra reacción posible, afectará al sistema inmunitario, y este reaccionará atacando a esa presencia extraña. ¿Consecuencias? Una erupción cutánea inexplicable que provoca enrojecimiento, descamación, prurito y, a veces, ampollas y manchas similares a las de una urticaria.
En este caso, los síntomas tardan entre 12 y 72 horas en aparecer. Lo curioso es que en lugar de afectar a las zonas expuestas a la radiación solar aparecen en una parte del cuerpo en la que no ha incidido el sol directamente. Las reacciones fotoalérgicas son mucho menos comunes y suelen asociarse al uso de cremas y pomadas de uso tópico.
Además de los analgésicos como el ibuprofeno, los tipos de medicamentos que pueden hacer que tu piel sea más sensible al sol según la FDA son estos, entre muchos otros:
Antihistamínicos y sedantes.
Antibióticos comunes
Medicamentos para la depresión
Diuréticos
Medicamentos para el corazón y la arritmia
Medicamentos para la diabetes y la presión arterial alta
Se desconoce el mecanismo exacto que provoca estas dos reacciones, aunque se piensa que cuando el principio activo de estos medicamentos se descompone en el cuerpo, absorbe la radiación UV adicional de los rayos del sol.
Por supuesto, la mejor manera de tratar la fotosensibilidad y prevenir estos efectos secundarios es con una protección solar adecuada que incluye fotoprotección y fotoevitación (bloquear el sol con gafas, gorras, pamelas, sombrillas, etc.).
Con las precauciones adecuadas, los pacientes que toman un medicamento con efectos secundarios fototóxicos generalmente pueden continuar con su medicamento. Sin embargo, si está tomando un medicamento y tiene una reacción fotoalérgica, deberá cambiar su tratamiento.
Cómo curar una quemadura solar en casa
Si el daño está hecho la primera medida es aplicar compresas o gasas frías sobre la zona dañada (antebrazos, muslos, espalda, escote...). Un paño empapado en leche también puede ayudar a calmar la piel inflamada.
Según el dermatólogo Joshua Zeichner, director de Investigación Cosmética y Clínica en el Hospital Mount Sinai de Nueva York, “la leche contiene vitaminas A y D, grasa, aminoácidos y ácido láctico, así como proteínas, suero y caseína. Las vitaminas promueven la curación, mientras que el ácido láctico induce a la piel a eliminar las células muertas, lo que significa que se requiere menos esfuerzo del sistema inmune para repararlas”.
También es importante usar una hidratante con efecto calmante como el aloe vera o una loción de calamina y beber abundante agua.
Si las quemaduras son intensas, se puede aplicar alguna pomada o crema con corticoides para bajar la inflamación. Pero no debes utilizar productos tópicos que contengan sustancias anestésicas como la benzocaína o lidocaína, ya que pueden provocar alergias en algunas personas.
En qué casos requiere una visita al médico
En caso de que aparezca sarpullido, descamación o ampollas, catalogadas como lesiones de segundo grado, podrías necesitar un tratamiento más específico. Lo más importante es no rascarse ni explotarlas. Si se rompe sola, limpia la zona con agua y un jabón suave, aplica un ungüento antibiótico en la herida y cúbrela con una venda antiadherente.
Con fiebre, mareos, vómitos y dolores severos hay que acudir al médico de inmediato.
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