‘Sálvame’ y Paz Padilla no se echan de menos con la misma intensidad
En la larga historia del programa Sálvame, la gaditana Paz Padilla tiene escrito su nombre con letras de oro. Tanto por los años en los que trabajó como presentadora como por su abrupta marcha, sucedida el pasado enero y por la puerta de atrás. Pasan las semanas y los meses, y está claro que todavía hay cuentas pendientes por saldar (un juicio por despido improcedente, ni más, ni menos), pero también que la intensidad con la que se echan de menos es radicalmente diferente.
Una prueba la tuvimos este mismo viernes. Durante la emisión del Deluxe estaba previsto que Jorge Javier Vázquez entrevistase a la cantante María del Monte, pero por razones de salud la sevillana no pudo ir al plató; había contraído el covid-19, como tanta gente. Sin embargo, como no es nada de gravedad, accedió a entrar por teléfono durante un rato y charlar con el presentador y con quien se considerase oportuno.
En un momento dado, María le preguntó a Vázquez si recordaba una conversación que ambos mantuvieron al inicio de la pandemia. “Pensaba que me ibas a preguntar por una conversación que tuviste con Anne Igartiburu. Pero esa no es, ¿no?”, exclamó Jorge, acompañado de una gran risa. Belén Esteban también soltó un ligero “je, je” desde la silla de los colaboradores.
Con mucha sorna, Jorge estaba sacando el tema, una vez más, de la conversación virtual que tuvieron María del Monte, Paz Padilla y Anne Igartiburu en el mes de diciembre de 2021. Aquella en la que Paz Padilla parecía ser negacionista del coronavirus y echaba por tierra las campañas de vacunación. “Es que da igual, las vacunas no sirven para nada”, dijo entonces Paz, hablando del “bicho de Luján” y de la “oritrón”.
La proteína Spider, la puerta y la ventana, Lujan Argüelles, la variante Onitrón y todo África infectado como motivo de júbilo 😳. Que alguien pare a Paz Padilla por favor. pic.twitter.com/nCOZVOFTjK
— Chos™️ 🥭 (@chos1982b) December 30, 2021
Aquella conversación fue la que propició que unas semanas después Belén Esteban señalase a Paz Padilla como una persona antivacunas, lo que desencadenó una pelea entre ambas en plató. El resto ya lo sabemos de sobra: Paz abandonó su puesto de presentadora, y Mediaset le rescindió el contrato de larga duración por no cumplir sus obligaciones.
Es decir, para Jorge Javier Vázquez, Paz Padilla es casi un chiste con patas. Un tema que se puede volver a poner sobre la mesa cada vez que se quiera, siempre va a causarle risa a él y a alguno de sus secuaces más cercanos. El despido de una compañera en una tarde mala no es una tragedia, sino todo lo contrario: algo con lo que bromear.
En el otro lado de la balanza está Paz Padilla, que ese mismo viernes 22 de abril Paz Padilla dejaba constancia en sus redes sociales de lo bien que le va fuera de los platós de Telecinco. En su cuenta de Instagram compartió una fotografía con los reyes de España, con los que coincidió en una invitación a la comida de los premios Cervantes en el palacio Real. “El libro El humor de mi vida solo me ha traído amor y cosas buenas”, escribía la comunicadora andaluza, quien se sentía como “una niña pequeña”.
No contenta con compartir una foto, un día más tarde publicaba un pequeño vídeo con capturas de noticia con sus encuentros con el rey Felipe VI y la reina Letizia. Quería que todos se enterasen de su hazaña, de su éxito; ella no tiene que reírse de nadie para conseguir aparecer en los medios de comunicación, está ya en otra liga.
El sábado 23 de abril, Día del Libro, Paz asistió a la feria del libro de Barcelona, y se encontró con su público, ese que lee su escrito y llena sus teatros. Volvió a hacer buenas ventas y rubricó ejemplares por doquier. Demostrando que tiene una vida profesional muy placentera, en la que no echa de menos aquel lugar del que la sacaron por la puerta de atrás.
Con todo esto queda claro que Sálvame y Paz Padilla se echan de menos de formas diferentes. En Telecinco la silla de Paz Padilla parece que aún está caliente, que su hueco profesional se nota muchísimo más de lo que ninguno se atreviese a admitir. Ella, sabia y prudente, no se preocupa en absoluto de los chistes que hagan a su costa; tiene una agenda laboral llena de citas literarias. Porque ella se ha ido de Sálvame, pero no se ha convertido en un náufrago.
Más historias que podrían interesarte:
La cara oculta de La Terremoto de Alcorcón más allá del personaje
La importante cuestión que diferencia ‘Drag Race España’ de otros talent shows
Así marcó la lucha de ‘Quién sabe dónde’ a la carrera de Paco Lobatón.