Radicales Libres XVIII
Juventud divino tesoro, se dice siempre. Y es verdad: qué piel la de los veinte. Pero lo que tiene más mérito es proteger la inocencia, la naturalidad, esa torpeza delicada, ese encanto metepatas de andar fascinado por todo. Se puede (se debe) mantener toda la vida.
La app Radiooooo (así, con cinco os, las he tenido que contar) es una máquina del tiempo. Eliges la década —de 1900 hasta la actualidad— y el país que deseas escuchar, y voilà. Yo ando fascinada con el Marruecos yeyé.
No es nuestro deber ser divertidos, no somos micos de feria, pero sí hay una cierta obligación moral en ser ligeros.
Tiene mucha razón el botánico Gilles Clément: antes pagábamos por comer sano, ahora (horror) por comer bonito.
El sombrero panamá es una de las muchas cosas buenas que trae el verano. La sombrerera Gema Galdón nos explica aquí cómo distinguir al elegante del advenedizo: «Gestos que delatan: buscarse en los reflejos de los escaparates, mover el cuerpo libremente mientras se bloquea la cabeza como si llevara una pila de libros sobre ella. Y, sobre todo, la perfección simétrica de su colocación (no puedo con esta última). El sombrero en general debe de verse grácil, asimétrico y de pose desenfada, pero en esta tipología mucho más, para que no pierda ese aire fresco que otorga».
Los pendientes racimo de Gilda, con cristal hecho a mano en España.
«Aquel día compartido, a mis diecinueve años, fue una de las pocas veces que hicimos algo de adultos los dos juntos. Él llevaba un polo Lacoste granate que a mí me parecía de dominguero, de quien va a un evento de prestado. Pagó las entradas y las palomitas y, de repente, percibí que en realidad sí sabía lo que se hacía. Su generosidad (tan dada por sentada como extraordinaria) hacía que me sintiera seguro.» El periodista Alberto Moreno ha escrito una carta de amor a la cinefilia paternofilial en “Las películas que no vi con mi padre”.
No aspiro a ser erudita, ni (cielos) intelectual. Virgencita, suficiente con que me mantengas siempre esta curiosidad por el mundo.
El azul maravilloso —entre planetario y oceánico— del Blue Cocoon de May Lindstrom. Este bálsamo (que huele a cacao y lavanda) trata el acné severo, la rosácea o la psoriasis.
Ian McEwan: «Mi padre no estaba de acuerdo con aquello de The Beatles de all you need is love. El amor no es siempre una virtud. También necesitas inteligencia. Amor inteligente.»
Las texturas y caída de las prendas de RUS.
Marta D. Riezu es periodista especializada en comunicación de moda. Ha publicado dos libros: Agua y jabón (Terranova, 2021) y La moda justa (Anagrama, 2021).