Factura del gas: cómo reducirla entre 100 y 200 euros
Cómo reducir entre 200 y 400 euros la factura de la luz gracias a estos consejos.
¿Se puede ahorrar y vivir con un sueldo de 1000 euros? Nuestro experto nos da consejos.
En los últimos meses, primero debido al aumento de la demanda tras el padrón que supuso la pandemia y luego, debido a la tragedia de la guerra en Ucrania, los precios del gas se han disparado, lo que ha provocado un aumento general del IPC y, más concretamente, de la factura energética que todos tenemos que pagar.
El precio del gas se ha incrementado en más de un 800% si lo comparamos con el año pasado lo que, como es de suponer, ha supuesto un duro golpe para las economías domésticas de muchas personas.
Aunque recientemente el gobierno de España consiguió que la Unión Europea autorizara a nuestro país y a algunos de nuestro entorno a poner un precio fijo del gas para controlar estos problemas, la medida todavía no ha entrado en vigor, y necesitamos tomar acciones urgentes para intentar reducir drásticamente nuestro consumo de gas.
Por suerte, la llegada de la primavera está ayudando en este sentido, ya que actualmente ya no es necesario utilizar calefacción, una de las necesidades que más gas consume en nuestros hogares. Pero todavía necesitamos cocinar o tener agua caliente en nuestra casa, con lo que aún nos queda mucho margen para ahorrar.
Para averiguar cuáles son, hemos consultado las recomendaciones del libro ‘Superahorradores’ de Richard y Diego Gracia, un volumen en el que se explican diversos métodos para ahorrar, y también hemos rastreado la red para compilar los mejores consejos.
Recomendaciones para ahorrar en la factura del gas
Comparar las tarifas de los diferentes operadores para elegir la más adecuada para nosotros
Esto es básico. De vez en cuando, aunque sea un poco aburrido, deberíamos revisar qué tarifas y planes ofrecen cada uno de los operadores del mercado del gas. Es posible que podamos ahorrarnos unos euros en la factura gracias a eso.
Aprovechar el calor residual de los electrodomésticos y al cocinar
Hay que tener en cuenta que, tras apagar el horno, una olla o una sartén, estos se mantienen calientes durante varios minutos, con lo que la comida en su interior se sigue cocinando. Por ello, es recomendable apagar el gas unos minutos antes de que estén cocinados para ahorrar unos preciosos euros.
Cocina con tapas en cacerolas y sartenes
Poner la tapa en cacerolas y sartenes hace que el calor de concentre y se acelere la cocción de los alimentos, lo que puede contribuir a ahorrar un 25% del consumo de gas.
Ajusta los grifos para que salga agua fría
Cada vez que abrimos el grifo del agua caliente, la caldera se activa aunque solo sea unos segundos y realmente ni siquiera lleguemos a sentir el agua caliente. Ese encendido puntual de la caldera, si se repite muchas veces, puede suponer un consumo significativo de gas.
Si colocamos el mando de nuestros grifos en posición de frío, evitaremos este consumo innecesario.
Aislar la vivienda para evitar fugas de calor en invierno
Aislar bien puertas y ventanas para evitar fugas de calor, es algo que resulta muy barato en comparación con el ahorro en calefacción que podemos experimentar.
Dejar entrar la luz cuando haga calor y al revés
Aprovechar el calor natural del sol todo lo que podamos es una gran idea para reducir el gasto en calefacción de nuestro hogar.
Programar los radiadores para ahorrar
Gracias a los termostatos, podemos controlar la temperatura de nuestra calefacción y su horario de funcionamiento. Lo ideal según los expertos es encenderla una hora y media antes de llegar del trabajo a casa a unos 21 grados y por la noche, dos horas antes de acostarnos, fijar la temperatura nocturna entre 18 y 20 grados.
Evitar calentar las estancias que no utilices
En el caso de que tengas habitaciones de tu casa que no utilices muy a menudo, es una buena idea cerrarlas y no activar la calefacción en ellas.
Purgar los radiadores
Es interesante comprobar que los radiadores están correctamente purgados cuando empiece el invierno, de esta manera conseguiremos optimizar nuestro consumo de gas.
Evitar poner ropa a secar en los radiadores
Aunque es una práctica habitual, hacer esto hace que el aire no circule correctamente a través de las rendijas de los radiadores y por tanto, calienten menos la habitación.
Ventilar con la calefacción apagada
Es necesario ventilar nuestra casa, incluso en invierno. Lo ideal es hacerlo por la mañana durante unos 5-10 minutos y con la calefacción apagada, para que no se pierda el calor que genere durante ese tiempo.
Revisar la caldera cada cinco años y cambiarla cada 10 o 15 años
Es importante revisar el correcto funcionamiento de nuestra caldera ya que de ella depende que se aproveche el gas que consumimos.
Programar la caldera a un máximo de 45º
A la hora de fijar una temperatura para nuestra caldera, los expertos recomiendan ponerla a 45º. No es necesario superar esa temperatura.