El príncipe Harry hace el peor feo a su abuela Isabel II
Al príncipe Harry le critican haga lo que haga pero es cierto que, en ocasiones como esta, es complicado encontrar una justificación lógica para sus actos.
Desde que Harry encontró a Meghan Markle su vida cambió indudablemente. Alejando de su familia y de su responsabilidad institucional Harry al fin vive la vida libre que siempre había soñado en Estados Unidos y cuidando de sus dos hijos.
Aunque esta decisión personal ha sido duramente criticada así como la de contarle su vida privada a Oprah Winfrey, yo creo que Harry está en todo su derecho de elegir su camino vital. Sin embargo, en estos momentos, la reina Isabel II está muy delicada de salud y lleva a sus espaldas demasiados varapalos vitales.
Harry debería estar a su lado pero no como príncipe sino como nieto, en cambio, según ‘Semana’ acaba de declinar una invitación de su abuela para acudir a un acto que, seguramente, para ella es crucial y que nada tiene que ver con la corona.
La familia real británica ha preparado una misa funeral como homenaje al duque de Edimburgo el próximo 29 de marzo. Felipe era el esposo de Isabel y, obviamente, el abuelo de Harry. Su relación siempre había sido divertida y estrecha porque ambos comparten ese sentido del humor rebelde que no abunda en los demás miembros de la familia.
En el homenaje se espera a los familiares y a otros miembros de familias reales europeas pero, sin duda, el gran ausente será el hijo de Lady Di. Lo peor del asunto es que, según el citado medio, Harry no viajará a Reino Unido como “desplante causado por su lucha para conseguir que la Policía Nacional le proteja cuando acuda a su país”.
Harry se encuentra en un proceso legal para que le permitan que él pague a un dispositivo policial pero el Ministerio de Interior insiste en que la policía no es de financiación privada para nadie. En la batalla de los abogados todavía no está claro quién saldrá ganador pero a nivel personal, desde luego todos pierden.
Harry “hace hincapié en que su equipo de seguridad privada en Estados Unidos no tiene la jurisdicción adecuada en el extranjero ni acceso a la información de inteligencia del Reino Unido que se necesita para mantener la seguridad de los Sussex.”
Esta batalla que parece de poder o de cara a la opinión pública está pasando factura en el seno íntimo de la familia y, para muestra, la negativa de Harry a asistir a un tributo en la memoria de su querido abuelo.
Comprendo que su seguridad es primordial y que el tira y afloja porque se ha “ido de la monarquía” está latente pero hay cosas e instantes que deben superar las cosas burocráticas y acercar posturas por ambas partes.
Isabel II es una mujer mayor y su salud se empieza a resentir, de hecho, Carlos la sustituirá en un acto tan destacado como la Commonwealth, debido a su estado. Harry quizá tenga esta oportunidad de cruzar el charco para, sencillamente, abrazar a su abuela y recordarle que está a su lado aunque esté lejos. Ya no digo ni que le presente a su bisnieta Lili a la cual ni conoce pero, al menos, acudir a este acto familiar ayudaría mucho a aflojar tensiones y a recordar que, al margen de una monarquía, son una familia.