El efecto 'flash' del vino tinto
Aunque se sabe que el vino tinto mancha los dientes, puede tener otros efectos beneficiosos para la boca, según un nuevo estudio
El vino es de naturaleza ácida, lo que implica un debilitamiento del esmalte y pérdida de color (motivo por el cual es recomendable tomar un vaso de agua tras una copa para eliminar residuos y equilibrar el PH de la boca), pero ello no supone que por este motivo nuestra salud dental corra riesgo.
Una nueva investigación, del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL), sugiere que el vino tinto podría tener beneficios para la salud oral, ayudando a proteger los dientes de la caries y las encías de la enfermedad periodontal.
Gracias a su alto y diverso contenido de polifenoles, el consumo moderado de vino tinto es bueno para el corazón, para prevenir la diabetes tipo 2 o para reducir la inflamación. Y además, si lo tomas a horas tardías, ayuda a perder peso.
Ahora investigadores españoles han decubierto que los polifenoles también podrían ayudar a evitar la presencia de las bacterias en la boca evitando la periodontitis (inflamación de la raíz del diente y los tejidos circundantes) y la gingivitis (inflamación de las encías), informa el Journal of agricultural and food chemistry.
El equipo, liderado por M. Victoria Moreno-Arribas, quería comprobar si el vino y los polifenoles de uva protegerían los dientes y las encías, además de explicar su funcionamiento a nivel molecular. Para ello analizaron su efecto en las bacterias que se adhieren a los dientes y las encías causando placa dental, caries y enfermedad periodontal.
Los resultados indicaron que al aislar dos polifenoles del vino (ácidos cafeico y p-cumárico) se conseguía reducir la capacidad de las bacterias para adherirse a las células. Cuando se combinaron con un probiótico oral (Streptococcus dentisani), los polifenoles fueron incluso mejores para repeler las bacterias patógenas.
En concreto, la presencia de los ácidos cafeicos y p-cumárico redujeron la adhesión de las bacterias S. mutans -que causan caries- a las células del tejido conectivo de las encías en 20 por ciento y 40 por ciento, respectivamente. Ademá, la adición de un probiótico a los polifenoles mejoró el efecto y redujo la adhesión del patógeno en un 40-50 por ciento. ¡Todo un éxito!
Según los autores, estos hallazgos podrían conducir a nuevos tratamientos y métodos dentales como enjuagues bucales, pasta dentíricas y hasta gomas de mascar que incluyan el poder antiséptico de los antioxidantes. Mientras tanto, una copa de vino tinto al día será la mejor manera de mantener a raya la caries dental.
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