'Amar es para siempre', resumen de los últimos capítulos (2388 al 2392): "Cambiaré mis apellidos"
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En los capítulos de esta semana de Amar es para siempre (del 2388 al 2392), la temida mudanza desató nuevos roces entre Sonia y Medina. Por si esto fuera poco, entró en juego Rufus, el perro de Medina, que no le hizo ninguna gracia a la psicóloga. Mientras tanto, Rubén se abrió a Cristina al contarle el motivo por el que se vuelca en su trabajo. Además, consciente de su mejoría y milagrosa recuperación, el médico le dio el “alta” a la abogada, para alborozo de esta última.
La disputa entre Visi y Benigna llegó a un punto de no retorno. Por su parte, Ismael perdió toda esperanza de reencontrarse con Diego… sin saber que su hijo estaba mucho más de o que creía. El expresidiario se arrepintió de su agresión hacia el joven, pero este no estaba dispuesto a aceptar sus disculpas. Ismael no era consciente del significado real del rechazo del muchacho quien no tenía intención de tender puentes con su padre.
Raúl aceptó a Uriarte como padre al firmar las acciones que le había ofrecido, al mismo tiempo que Carmen se desesperó al ser consciente de que su enemigo había completado su venganza. A pesar de los intentos de Fran por recordarle quién es y de dónde viene, Raúl fue un paso más allá y decidió adoptar los apellidos de Uriarte. A su vez, Penélope se dio cuenta de que Adrián sentía algo por Cata, pero el corazón de esta pertenece a cierto macarra que pulula por el barrio.
Benigna y Visi firmaron una tregua para luchar contra Ambrosio
Quintero obligó a Benigna y Visi a poner solución a sus problemas y estas lo hicieron de la manera más inusual que imaginaban. Además, cuando las dos se enteraron de que Ambrosio iba a presentar el nuevo videoclub por todo lo alto en la Plaza, no tuvieron más remedio que firmar tregua para combatir al enemigo. Entretanto, Cristina empezó a hacer vida normal y regresó al despacho donde se reencontró con sus amigos quienes la habían echado de menos.
Todo iba bien hasta que la abogada sufrió un fuerte tirón en la espalda y el doctor Argento aconsejó hacerle unas pruebas para descartar que se tratase de otro síntoma de la neumonía que padeció. El empeño de Medina por convertirse en columnista revolvió a Sonia hasta el punto de ser dura e hiriente con su ayudante. Paralelamente, Raúl invitó a Uriarte a cenar a casa, momento que padre e hijo aprovecharon para acercar posturas sintiéndose cada vez más próximos.