12 Consejos para ordenar la despensa
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3) Decorar y ordenar con ingenio
Utiliza un elemento atractivo que contribuya a organizar bien la despensa. Puede ser un centro decorativo con verdura —en este caso, formado por alcachofas frescas, ajos, cebollas dulces y moradas—, pero también una bombonera con pasta en su interior o una delicada jarra de cristal que alterne limones y limas.
Cuida la imagen. Por muy bien organizada que esté una despensa, nunca resultará atractiva si un tarro tiene huellas de dedos, otro deja un cerco aceitoso o las baldas están llenas de sal y pimentón esparcidos. Ten en cuenta que la limpieza está en la base de todas las cocinas con encanto.
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1) Un colmado en el armario
La clave de esta despensa es la organización. Los alimentos se agrupan en baldas por categorías para que, con un simple vistazo, contemples el stock que tienes y lo que se está acabando. Los productos escurridizos, como los aperitivos, se guardan en cestas con asas. Debajo, las botellas se sacan con facilidad al estar colocadas en cajas con ruedas. Y en la puerta, latas y tarros se exponen en cestas ancladas a un raíl.
Alison Gootee/Studio D. - 3/12
2) Un alacena perfecta
Judías, lentejas, garbanzos, arroz, frutos secos… ofrecen todo un espectáculo de tonalidades. Prescinde de sus envases industriales y guárdalos en tarros herméticos: se conservarán mejor y embellecerán tu cocina con la gama cromática de la naturaleza. Modelos Ikea 365+, con tapa de bambú, cuadrados y rectangulares (desde 4,50 €). En Ikea.
Escoge contenedores iguales. Ni el que te llevó tu madre, ni tampoco los que conseguiste en aquella promoción del súper… Para que una despensa sea armoniosa, todos los envases deben ser del mismo modelo. Pueden varíar de tamaño en función del producto a guardar —aquí, incluso las galletas—, pero nunca de diseño.
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4) Una despensa impoluta
Cebollas y ajos, con sus pieles que se desprenden, y las patatas, con las yemas que caen en cuanto se rozan, son los alimentos frescos que más suciedad generan en una despensa. Si eres #fandelasmanualidades, confecciona saquitos en un tejido transpirable, como arpillera.
Estas bolsas incluyen un forro interior con cierre y el nombre de lo que guardan estampado. Onions, para cebollas (12,28 €) y Potatoes (13,46 €) en Amazon, de Orden en Casa.
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5) Primero hay que abrir…
Uno de los principales objetivos de una buena despensa es evitar que los alimentos caduquen sin darnos cuenta y terminemos tirándolos. Nada más comprarlos, anota en una etiqueta adhesiva la fecha tope de consumo y pégala en el tarro, la lata o el paquete. Así sabrás qué envase debes abrir antes y podrás colocarlo en primera fila.
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6) Tus propias conservas
Para que verduras y frutas te duren un año, recicla tarros de cristal y esterilízalos en agua hirviendo 15 min. Vierte en ellos la mermelada, la fruta o la salsa cocida, ciérralos, cúbrelos con agua y tenlos 30 minutos al baño María.
Recorta una etiqueta, escribe el contenido y anúdala con un cordón vistoso. Tarros herméticos Korken (3 €/1,8 litros). Son de Ikea.
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7) Directas de la huerta
¿Te acuerdas cuando las cajas solo se veían en los puestos de fruta del mercado? Su sencillez, con tablas de pino, y su diseño, con espacios para airear el interior, las han hecho triunfar como un modelo a imitar a la hora de guardar verduras en casa. Para moverlas mejor, añádeles ruedas. Cajones Knagglig, en 46 x 31 x 25 cm (10 € c/u). Son de Ikea.
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8) La fruta, ¡en lo más alto!
Si suspiras por un piso tipo loft, con pilares de hormigón y suelo de cemento, toma nota de esta idea. Una barra de hierro en la pared y, en ella, cestas metálicas que ofrecen su contenido de frutas. Son muy apropiadas para viviendas de estilo industrial.
A la hora de colocarlas, pon debajo las variedades más duras y, sobre ellas, las delicadas para que no se aplasten. Es un proyecto de MisterWils.
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9) Dentro de la nevera
Basta ya de acelgas que sepultan al fiambre y de espárragos rotos por latas asesinas. La verdura fresca que no quepa en el cajón específico del frigo, se puede guardar en envases herméticos transparentes, que te permitan ver lo que contienen. Apílalos por tamaños, de mayor a menor, para rentabilizar el espacio. Recipientes Ikea 365+, aptos para el horno (desde 3 €). En Ikea.
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10) ¿Qué dije que tenía que comprar?
Es una irritante pregunta que todos nos hacemos. Esto sucede porque, cuando nos damos cuenta de que un producto se ha terminado, no tenemos dónde anotarlo. Salvo que fijemos en el interior de la puerta del armario o la despensa una carpeta tipo pinza con papel y lapiz, colgada de perchitas adhesivas, o un block adhesivo.
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11) Tan cerca de mí
Aunque dispongas de una despensa de ensueño, es fundamental tener una réplica a pequeña escala de los productos que utilizas a diario, justo allí donde despliegas tus dotes culinarias.
Los expertos aconsejan que solo tengas que desplazarte un paso hacia la izquierda o hacia la derecha de la zona de cocción para rentabilizar espacio, incluso si son cocinas pequeñas muy bien ordenadas.
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12) Que no falte el vino
Una pequeña vinoteca para tener siempre a mano las botellas. Se debe guardar lejos de zonas que desprendan calor. Esta estantería permite guardar 9 botellas en una balda y acceder a la que quieres sin mover el resto. Mide 27,5 x 27,5 x 34 cm ( 49,90 € en www.car-moebel.de).
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